En defensa del Diablo (Parte II)

“Yo no creo en una ley que le impida a un hombre hacerse rico; eso causaría más daños que beneficios”

Abraham Lincoln

Lo último que un gobierno desearía hacer es dar dinero. En el mejor de los casos sería como Robin Hood, les quita el dinero a unos para dárselo a otros, ya que los gobiernos no generan dinero, por eso no se les doblan las piernas para quitárselo fríamente, a modo de impuestos, a los que si lo producen.

Según Economipedia, El impuesto es un tributo o carga que las personas están obligadas a pagar a alguna organización (gobierno, rey, etc.) sin que exista una contraprestación directa. Esto es, sin que se le entregue o asegure un beneficio directo por su pago. El gobierno de Estados Unidos, también conocido como el Tío Sam, tiene una institución gubernamental que se encarga de ese menester, el Departamento de Rentas Internas (IRS), el temido y controversial IRS.

Técnicamente existen muchos modos de generar dinero, esa maravillosa mercancía especial que nos permite obtener un poder adquisitivo en menor o mayor cuantía de acuerdo con varios factores como trabajo, tiempo invertido, dedicación, inteligencia… “suerte” y todo lo que quiera agregar.  Pero donde se genere un centavo ahí estará el Tío Sam para tomar su tajada, aunque esa tajada no es igual para todos.

Aunque hay países donde no se pagan impuestos como Brunéi, Qatar, Ciudad del Vaticano… y hasta Somalia (¿¿¿Cierto???). La gran mayoría de los países tienen planes de impuestos, a veces muy agresivos, para recaudar fondos para el gobierno, obras públicas, ejércitos y demás.

Sin ánimos de caer en el cinismo, se pueden enumerar métodos legales y muchos no tan legales, así como métodos que pueden ser vistos o considerados de acuerdo con las normas y valores de la sociedad, decentes y otros no tan decentes. No es mi oficio y mucho menos mi intención cuestionar qué aspectos son legales o no para generar ese dinero sino hablar de los términos en los cuales se basa el IRS para establecer el porciento y por ende la cantidad de dinero adeudada por cada persona o contribuyente que haga su declaración de impuestos (jurada) personales en los Estados Unidos de América.

En América se paga impuestos por todo. Están los impuestos corporativos o empresariales y los impuestos personales. Entre estos últimos destacan los impuestos sobre los ingresos, impuestos sobre el valor agregado, impuestos sobre las ventas e impuestos sobre la propiedad. Todo sin contar los impuestos estatales, impuestos de las localidades y muchísimos más que se inventan para desangrar a los contribuyentes.

Para explicar los porcentajes de pagos de impuestos de modo sencillo, básicamente nos basaremos en el esquema descrito por Robert Kiyosaki en su libro “El cuadrante del flujo de dinero” donde describe los modos básicos de generar dinero en un país “normal” y el porcentaje máximo de impuestos a pagar.

  – Empleado (El presidente de los Estados Unidos es un funcionario público) pueden pagar hasta un 37% de impuestos.

  – Autoempleado o persona que tiene un negocio y a la vez es el único empleado. Esto incluye a las famosas Corporaciones de Responsabilidad Limitada (LLC) de un solo dueño. Estos pueden llegar a pagar hasta un abusivo 60% de impuestos.

  – Empleador que tiene trabajadores o un sistema establecido (crean puestos de trabajo). Puede llegar a pagar hasta un 21% de impuestos o mucho menos.

 – Inversionista (El dinero trabaja para ellos). Puede que la suma de impuestos a pagar sea 0%.

Una persona puede tener varios “oficios” y estar en una mezcla más o menos definida de modos de ganar dinero. Habría que agregar que en el caso de las personas que no sean empleados se pagan los impuestos luego de haber deducido todos los gastos incurridos y en el caso de los empleados existen planes tales como 401K, IRA y otros donde se pagarán impuestos después de haber contribuido a los planes, solo recordemos que papá gobierno es quien guarda la llave de esos ahorros, no admite competencia y te penalizará duramente si le echas mano antes de que llegues a la edad estipulada, generalmente 59 años y medio.

No olvidemos que existen otros pagos o impuestos cobrados directamente en los pagos de Nómina a los empleados e indirectamente en la declaración de impuestos a los demás (No a inversionistas) que son los pagos al Seguro Social y al Medicare, lo que no garantiza que le sean retribuido en un tiempo futuro ya que nadie sabe si sobrevivan a muchos años más.

En el caso del presidente de los Estados Unidos, Donald Trump, genera dinero como empleado gubernamental (presidente) de $400,000.00, lo que lo penalizaría con un 35% de impuestos, aún no está en la sección más alta, pero ese dinero lo dona casi completamente, lo que se considera formalmente como una deducción y a la vez lo exime de pagos completamente hasta quedarse con una irrisoria cifra de $7.00 o menos, por lo que por ese lado no puede ser tocado. Luego solo podría pagar impuestos como dueño de negocios e inversionista. Recordando que el mayor porcentaje de sus ingresos provienen de los Bienes Raíces (inversiones). Resulta que en ese aspecto solo pagaría un porciento menor al 20% después de todos los gastos, pagos a empleados, inversión en materias primas, beneficios pagados a empleados, gastos de capacitación, gastos legales, contabilidad, seguros de vida, salud, propiedad… y otras tantas pérdidas gravadas en sus impuestos que son de dominio público. Totalmente legal lo que lo lleva a la cifra final de la cual tanto se ha hablado. Tenga presente por favor que esa cifra se refiere a la cifra remanente a pagar en la declaración de impuestos y no considera los otros pagos anteriormente mencionados.

Por todo y demás le invito a que no se limite a decir lo que tantos personajes que nunca han generado un empleo se limitan a repetir. Por tanto, el presidente Trump si paga impuestos como cualquier hijo de vecino con la ventaja de que paga como él quiere dentro de los preceptos de la ley. Ahora, lo que hace es en realidad “Pagarlos inteligentemente”. Definitivamente “Eso lo hace más listo” un tanto o mucho más que sus otros competidores.

Nota: Todas las cifras y denominaciones monetarias ilustradas solo aplican para los Estados Unidos de América y no necesariamente refleja el sistema de impuestos de otro país.

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